El
pozo
Asiento
de musgo florido
Sobre
el viejo brocal derruido.
Sitio
que elegimos para hablar de amor
bajo
el enorme paraíso en flor.
¡Ay,
pobre del agua que del fondo mira,
tal
vez envidiosa, quizás dolorida!
¡Tan
triste la pobre, tan muda, tan quieta
bajo
esta nerviosa ramazón violeta!
Vámonos.
No quiero que el agua nos vea
cuando
me acaricies. Tal vez eso sea
darle
una tortura. ¿Quién la ama a ella?
Tonta!
¡Si de noche la besa una estrella!
Juana de Ibarbourou
Raíz salvaje. Montevideo, 1922
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